Prejuicio del punto ciego: Por qué hay personas que se creen mejor que tú

Algunas personas dan por sentado que lo que defienden es la verdad universal y que los demás están equivocados. ¿Qué impulsa este comportamiento? Y lo más importante, ¿podría ser que nosotros mismos también hayamos caído en esta creencia en algún momento?

Nos referimos a aquellas personas que se creen superiores a ti. Estas personas agotan, enfadan y frustran. En cualquier lugar que vayas, siempre encontrarás a alguien que no dudará en corregirte, darte consejos paternalistas y hacerte ver lo equivocado que estás en ciertas cosas. ¿Qué motiva esta actitud? ¿Será narcisismo, ignorancia o soberbia? En realidad, esto se conoce en psicología como el prejuicio del punto ciego.

Las personas que se creen mejores que tú no hacen exámenes de conciencia

El prejuicio del punto ciego es un sesgo cognitivo que lleva a estas personas a pensar que ven las cosas de manera más objetiva, que su punto de vista es más equilibrado y que los demás están contaminados por percepciones parciales y sesgadas. Incluso cree que posee una capacidad innata para ver la realidad y que ellos no pueden ser manipulados. Consideran que su moralidad y forma de actuar son intachables, basada en principios y no en circunstancias.

Procesar la realidad a través de este tipo de distorsiones puede ser peligroso. No solo provoca tensiones y conflictos entre las personas, sino que también puede llevar a una existencia sesgada y problemática para quienes se aferran a estas creencias sin hacer un ejercicio de autorreflexión.

Es importante recordar que nadie posee la verdad absoluta y no podemos imponer nuestras perspectivas a los demás, ya que todos estamos condicionados e incluso podemos estar equivocados en nuestras creencias.

De hecho, el sesgo del punto ciego afecta a la mayoría de las personas en mayor o menor medida, incluido uno mismo. A menudo, podemos asumir que somos más objetivos que los demás, lo que afecta nuestras relaciones y toma de decisiones.

La falta de exámenes de conciencia y sentido autocrítico contribuye a que muchas personas no sean conscientes de su sesgo del punto ciego. Aceptar que nuestras creencias pueden estar equivocadas o sesgadas puede resultarnos incómodo, ya que pone en duda nuestra identidad y autoestima. Es más fácil autoengañarnos para mantener nuestra visión positiva de nosotros mismos y evitar enfrentar disonancias cognitivas.

Regresar al blog